
Por una MB
Soy un chico que vivió acoso el segundo trimestre de la carrera. No daré detalles pues no quiero que ese profesor sepa de mí.
Un profesor sustituto de estadística, me violentaba: con su mirada, con su acercamiento tan inapropiado por detrás cuando íbamos a la sala de cómputo, con su mano tocando las mías con un propósito sucio e incómodo. Fue un trimestre en el que tuve que pagar clases extras de estadística. Otros compañeros de equipo y de clase no hacían absolutamente nada, incluso se pasaban los exámenes para que una chica se los hiciera. El trabajo de investigación finalmente fue hecho por 4 personas cuando el equipo era de 6.
Esto último, no es queja, pero si es importante que quede como antecedente. Si el maestro no te quiere pasar porque la única manera de que eso suceda es si le pagas con el cuerpo, no importa si te esfuerzas pagando clases extra o estudiando, simplemente no pasarás.
Así fue mi caso y el de muchos y muchas más.
Recuerdo que antes de reprobarme, me dijo que me quedara en el salón hasta que todos se salieran, me explicó que tenía la esperanza de pasarme. Me quede en el salón, y lo primero que me dijo fue que había reprobado, mi calificación era S, pero me dijo que podía ir a su cubículo en las tardes y en las vacaciones para “ayudarme”. Su intención era otra. Obviamente al decirle que no, se molestó y me mando directo a extraordinario. Mi S no sirvió a pesar de mis esfuerzos, pero al parecer el de otros compañeros que se pasaban el examen, sí sirvieron.
No diré su nombre pero me gustaría que lo investigaran, sus iniciales son JRR, profesor sustituto de estadística de segundo trimestre: un hombre COBARDE, HOMOSEXUAL DE CLOSET y un cabrón que busca reprobar a sus estudiantes con el fin de acostarse con ellos.
Tuve mala suerte y al siguiente trimestre me volvió a tocar con él, seguramente él pudo meterse al sistema y ponerme en su clase. Hice permuta con una chica y ella me mandó un audio de él pidiéndole los datos del salón al que me había cambiado y mis horarios. Obviamente ella se negó a darle información y por eso mismo ella terminó reprobada.
Ojalá personas como él y todos los otros profesores y profesoras que acosan, tengan su merecido. Ojalá que se deje de proteger a profesores que en vez de incentivar a los alumnos a seguir creciendo en la universidad, los terminen hartando y haciéndoles perder esperanza en la universidad.

